El peridoto, con su verde luminoso y vibrante, guarda la claridad de esas primeras horas del día en las que el mundo aún respira despacio. Claros de amanecer nace precisamente de ahí: de esa luz suave que no deslumbra, pero despierta. De ese brillo que anuncia un comienzo sin estridencias.

Tallado en forma de pera y engastado en oro amarillo, el peridoto revela un carácter transparente, casi vegetal, como si hubiese sido modelado por la propia naturaleza. Es una gema que habla de renovación, de equilibrio, de esa serenidad que aparece cuando algo encaja sin esfuerzo. Su destello interno —cálido, fresco, honesto— convierte cada pieza en un pequeño fragmento de claridad.

El oro amarillo actúa como marco solar: un metal que abraza sin imponerse, que recoge el color del peridoto y lo eleva con una suavidad atemporal. En algunas piezas, los diamantes aportan un destello finísimo, como gotas de luz que se posan sobre una hoja al amanecer. No compiten: acompañan.

Claros de amanecer es una colección creada para mujeres que buscan luz sin ruido. Para quienes reconocen el valor de un gesto limpio, de una emoción sincera, de una belleza que no necesita explicarse. Joyas que se llevan como se llevan los buenos comienzos: con calma, con intención, con esa confianza que nace de lo que es auténtico.

Porque hay días que empiezan dentro. Y esta colección es un recordatorio de esa luz que siempre vuelve.

La colección Claros de amanecer es un destello sereno que ilumina desde dentro